La revista Arquitectura y Diseño ha celebrado el Día Internacional de la Mujer hablando con las grandes maestras del interiorismo español sobre qué ha de tener un espacio para ser moderno, cómodo, con estilo… Entre ellas, Beatrice Askanazy, fundadora de Matèria, cuenta qué es para ella la casa ideal.
El artículo completo se puede leer AQUÍ.
“Mi padre era arquitecto y trabajé con él muchos años. No me decidí por la arquitectura hasta el final de mi etapa estudiantil, pero el camino ya me vino bastante marcado. Siempre me gustó todo lo relacionado con la creatividad, como la pintura y la manipulación de materiales. Durante un tiempo, me centré más en la moda. Que no deja de formar parte del mismo mundo de la creatividad, con los colores, el patronaje, las composiciones y los materiales, hasta que, con la crisis del textil en los 90, volví a la arquitectura de interiores. Me llamaba. Por eso es mi profesión y mi pasión”, reconoce Beatrice Askanazy, quien hoy desde su espacio Matèria selecciona ropa de hogar, mobiliario y complementos de decoración que comparten una misma filosofía: el uso de fibras naturales, de materiales amables, la artesanía, la singularidad, la atemporalidad y ausencia de lo tendencioso.
“Soy muy hogareña. Considero la casa un refugio en el que poder ser uno mismo y relajarse completamente. Así como en la calle hay que vivir y actuar de una manera estipulada, en sociedad, en casa cada uno hace lo que le da la gana. Creo que es fundamental que la casa no se convierta en un sitio de paso, en el que sólo llegas a descansar. Tiene que ser el lugar donde encontrarse a gusto y pasar ratos agradables”, desvela esta experta que califica su estilo como contemporáneo: “vivimos en el siglo XXI y eso se debe plasmar en los ambientes que creamos. Pero huyo de seguir tendencias y también del minimalismo, del ‘mírame y no me toques’. El ser humano no es perfecto, así que la casa tiene que ser como es uno mismo: hay que vivirla. Considero clave el hecho de que un interior sea fresco, natural y que podamos movernos libremente por él. Vivimos en continuo cambio: todo suma, todo cabe si se tiene en cuenta que sea atemporal y de buena calidad”, reflexiona.